REESCRITURA, esa palabra que resuena en nuestras cabezas como un credo, como un canto gregoriano que no cesa de implorar perdón y amparo, como la invocación del mismo diablo por medio de palabras negras que tintan las noches de luna llena.

Ese es el primer paso...

Poemas aparte. Sí, la reescritura es aquello que trasciende, la parte más intensa del proceso de escritura que consume al escritor, la clave de todo. Aquello que eleva nuestra historia más allá y la convierte, finalmente, en un 'acto pleno'.

Ante esas situaciones de angustia e incertidumbre, he decidido enumerar algunos trucos que pueden servir de guía o, por lo menos, dar algunas ideas sobre qué hacer cuando se nos atasca un proyecto o nos sentimos perdidos y desconcertados.

1. IMPRIME TU BORRADOR: CORRECCIONES Y ANOTACIONES EN MÁRGENES. 

Tras tu realizar un borrador completo (no sólo partes o borradores a mano alzada, como los llamo yo, tiene que ser algo que ya haya pasado un filtro por lo menos); imprímelo y realiza las correcciones pertinentes.

Este es el momento de comenzar a recordar y aplicar las tan amadas teorías de muchos. Algunos de los factores que suelen fallar son el exceso de diálogo, la ausencia de realismo (bien porque no se muestre causalidad suficiente o por ausencia de ella), las funciones de cada uno de los personajes y sus léxicos específicos...

En definitiva: Mira qué puedes cortar, qué no se entiende, qué personajes dirían qué y si es coherente con los arcos de transformación que van de la mano del arco principal de la trama.

... Y esto es lo que hacemos cuando no IMPRIMIMOS nuestro trabajo para revisarlo

Suena fácil, sí, aunque mi principal consejo es: IMPRÍMELO. Necesitas tener una hardcopy. Te sorprendería saber la de proyectos que se atascan porque la gente se 'empeña' en trabajar en el ordenador, de verdad, no se tiene la misma visión ni se presta el mismo tipo de atención. Deshazte de la luz artificial en tus retinas e intenta buscar esa luz que nos otorga la naturaleza, ese iluminismo que nos permite observar y crear belleza.

Dejémonos de ñoñerías, ahora en serio, puedes tener el ordenador a un lado para hacer Command+F (o Ctr+F, como quieras), para buscar palabras específicas o partes en páginas de Final Draft, Scrivener, Pages, Adobe Story... Pero te recomiendo que intentes ceñirte al texto material y lo imprimas en una cara, para poder hacer todas las anotaciones necesarias en la otra y ordenar la historia, además de tu mente. Eventualmente, ya podrás proceder a sentarte, realizar las correcciones una a una y reeditar tu obra.

2. NO, EN SERIO, CONTRATA A UN EDITOR QUE TE AYUDE A REESCRIBIR. 

Hagas lo que hagas con tu primer borrador, si realmente estás trabajando de forma profesional, ten un dinero ahorrado para este paso. El editor hará anotaciones de diálogo y acción, pero sobre todo impulsará tu historia desde un punto de estructura y te ayudará a darle ese 'ethos' necesario.

No hay nada de qué avergonzarse... I feel your pain my friend

Un editor te dirá qué funciona y qué no, te hará un desglose detallado y, si puedes, le abonas una cantidad extra para que te ayude a reescribirlo o te reescriba parches para esas partes más difusas, para que te añada esos elementos que faltan.

No me canso de decir esto, hasta en novela: Las mejores obras literarias de la historia –y si te disgustan los más clásicos, piensa en novelas de Stephen King, me da lo mismo– han sido reescritos con ayuda. La figura del escritor solitario es cierta hasta cierto punto. Estos trabajos que han ido más allá y en los que tanto la historia como la narrativa y la exposición llegan a romper moldes y a ser, en su totalidad, brillantes, han sido reescritos o objeto de colaboraciones varias. Esas obras de arte son las que realmente plasman una delicia para los paladares de todo lector de principio a fin, y eso, amigos míos, creo que es el fin último de todo escritor.

No te avergüences, ahorra y llama a un profesional. Esos a los que llamamos genios tienen sus momentos de brillantez pero los milagros no existen. De hecho, cuando estos escriben proyectos personales sin ayuda, suelen pasar inadvertidos, pues como comúnmente se dice 'no era tan bueno como pieza global, tan sólo un enjambre de momentos interesantes, luces estelares apareciendo entre momentos de oscuridad, en definitiva: Tampoco era para tanto'.

Para todo eso, amigos míos, tenemos a los editores, los milagros no existen.

3. CONTRATA A UN COPY-EDITOR (NO, NO ES UN BLOGGER)

Sí, esto suena a blog, pero no es así. En inglés la expresión 'copy writer' se ha utilizado siempre para designar a aquellos que releen, reescriben y corrigen palabras o expresiones, a la vez que maquetan la pieza de acuerdo al formato. Así mismo, también son aquellos que acortan texto y se fijan, principalmente, en el ritmo y en la longitud de palabras y párrafos para que estos vayan acorde a lo que se cuenta, al género, y sobre todo, que se facilite la lectura, utilizando siempre el vocabulario adecuado a lo que se está escribiendo.

Editores, esos sastres del párrafo sin los que no podríamos vivir

En caso de tener una estructura perfecta o de saber cuáles son tus limitaciones como escritor, tal vez lo que necesites más sea el perfil de un copy-editor para tu reescritura, sobre todo si sufres de ADHD o patologías similares.

Los empleados del mundo editorial suelen incorporar estas dos vertientes, pero los hay que tienden más a una o a otra; los que participan activamente en el proceso creativo o los que son nulamente creativos, pero que son ideales para todo ínfimo detalle, desde ortografía hasta expresiones, sinónimos o léxicos adecuados a tu obra y al género. Efectivamente, el perfil de este individuo suele ser más lingüístico que literario, no obstante, ambos tipos suelen conocer el mercado igualmente, por lo que serán de infinita ayuda.

La actividad editorial puede ser realizada por cualquier autor, ciertamente todos nos 'autopublicamos', pero es muy recomendable coger a alguien profesional que 'objetivamente' vea si algo es necesario o no, o si tu trabajo realmente está lo mejor expresado que podría llegar a estar.

4. QUERIDO AMIGO ESCRITOR: ¡AYUDA!

Sí, si no te apetece o no puedes pagar a un 'reescritor', a un editor que te arregle el desastre de borrador bruto que has rumiado durante meses, llama a un amigo escritor (todos tenemos, por lo menos, uno) y coopera ofreciéndole algo más simbólico. Pero por favor, págale, que es un escritor profesional como tú.

Si realmente tienes química con algún compañero de profesión, úsala, a veces esto funciona mejor que contratar a un editor, aunque recuerda asegurarte de que tu compañero ha trabajado con anterioridad en editoriales o no es ajeno a ese mundo (suele ser común, aunque en estos tiempos de internet tan nuestros TODO EL MUNDO ESCRIBE, no te vale 'cualquiera' ¿okay?).

Tu amigo escritor te puede ayudar tanto con reescritura de estructura como con copy-editing.

Algunas plataformas de ficción y narrativa en Español

Si, por otra parte, no tienes amigos escritores, o no te quieren ayudar ni por un dinero simbólico (lo cual a veces ocurre), siempre existe la opción de buscar comunidades de escritores para cooperar e intercambiar servicios con ellos, favor por favor, palabra por palabra.

Además, aprenderás sobre infinidad de temas y tus defectos gracias a nuevas páginas interactivas en la red que posibilitan la exposición de tus trabajos y escribir ONLINE con otros escritores. Tanto si prefieres hacerlo en 'vivo', como en 'diferido', en este tipo de sites la gente siempre sigue tu productividad y va leyendo, opinando o incluso reescribiendo contigo.

Desgraciadamente, estas páginas suelen ser para un público anglosajón, lo cual no soy capaz de entender, pues el Español es el segundo idioma más hablado del mundo. En cualquier caso, puede que uno de los motivos esté directamente relacionado con los patrones culturales de nosotros, los hispanohablantes, que tendemos a deshilachar, resquebrajar y aniquilar obras de otros por medio del critiqueo y no solemos ser muy proactivos con eso del trabajo en equipo.

¿Algunas plataformas a utilizar? Medium, por ejemplo, comenzó con esa premisa, al igual que Reddit (aunque este último ha mutado en otro tipo de contenidos). En español sólo se me ocurre Nanowrimo, Café de Escritores, Club Dante, Hi (esta última está en inglés pero es ideal para conectar con otros y mandarles tu material).

Si lo que te va es el inglés o pretendes comenzar a colonizar el territorio, te recomiendo personalmente My Write Club, un site en que te meten presión para seguir un calendario y un ritmo de trabajo, además de facilitar que otros escritores sigan tus avances, vayan leyendo capítulos o materiales, abran foros de opinión, etc. etc. ... Aunque, si esto te da tanto vértigo como a mí y quieres mantener la privacidad de tu obra, siempre puedes estar de incógnito.

Otras plataformas que recomiendo para estados más avanzados en tu obra son Goodreads y Wattpad (aunque este último no me motiva demasiado y a veces no funciona correctamente, o deja publicada por defecto tu historia inhabilitando la opción de 'borrar').

Este tipo de sitios web son idóneos para aquello que voy a exponer en el siguiente punto...

5. EL FEEDBACK DE ORO: CONVOCA A LECTORES BETA

Con internet ya no hay excusa. Este punto es importante si no tienes editorial y no eres conocido, lo cual nos pasa a todos realmente. Por lo demás, es esencial que escojas o tengas acceso a lectores especializados en tu nicho, bien sea en fantasía, ciencia ficción, terror, thriller. Deberás encontrar lectores especializados, sea cual sea tu género, y si hablamos de biografías o novelas de testimonio, más razón aún.

Aquellos que leen todo lo que existe sobre un tema particular son tu santo grial

Necesitas asegurarte de que aquellos que leen TODO LO QUE EXISTE sobre ese género o expertos en el tema específico tratado en tu libro no tengan objeción alguna y, en definitiva, amen tu obra. En caso de insatisfacción, abre un foro, realiza un evento en Hangouts o tómate un café con estos 'Mr. betas' y que te cuenten. Pide abiertamente que te expliquen y digan qué falla y todos los porqués imaginables.

Si lo que tienes es un guión, o una biblia para una serie, tu campo se va a tornar obtuso y rocoso, pues realmente necesitas lectores profesionales, ya que NO TODO EL MUNDO –Y NOS REFERIMOS AL LECTOR COMÚN– TIENE LA CABEZA LO SUFICIENTEMENTE AMUEBLADA PARA LEER UN GUIÓN, ENTENDER ACCIONES O INTERPRETAR DIÁLOGOS, Y MUCHO MENOS PARA VISUALIZAR UN PROYECTO. (Me disculpo por el exceso de mayúsculas, necesito que este punto quede claro y no tengo tiempo de explicar todos los motivos del argumento).

En ese caso, recomiendo ir a universidades o institutos de creación y artes audiovisuales en que se ofrezcan doctorados o masters en Filología o Escritura, para pedir a los estudiantes que colaboren contigo, que lean tu trabajo y te digan lo que piensan sobre cada punto a tratar a cambio de otros favores (prácticas, contactos, tutorías, correcciones en sus proyectos, etc.)

Un aviso: Has de ser selectivo con estos lectores, no olvides que quieres escoger a gente especializada en el tema, ambiente, o género tratado en tu historia.

Hala, ahora a reescribir. Si hay discrepancia alguna con algo ofrecido por el editor profesional, es hora de negociar un poco, pues tal vez ciertas sugerencias no han funcionado o desentonan con el tema tratado. En estos casos, los fallos suelen ser, sobre todo, en tecnicismos, algún patrón en el sistema que desconoces y vocabulario. Otras veces, estos escritores Beta te dan ideas para ciertas descripciones que no estaban y que la gente de ese nicho ADORA, o para aclarar algo que le haya podido pasar a algún personaje y se te había pasado por alto.

6. PRUEBA DE FUEGO: LECTORES DE PRUEBA.

Ya estamos con el trabajo 99% terminado, es hora de probar con otros que, a pesar de no caer en la clasificación de 'especialistas' o no llegan a mostrar obsesivo fanatismo en el tema o género, son fans y lectores asiduos de ese tipo de historias. Este paso se puede solapar, en ocasiones, con el de lectores beta, ya que, ciertamente, puede ser complicado encontrar de golpe a veinte personas dispuestas y comprometidas a leer tu trabajo y a explayarse con explicaciones y feedback.

En cualquier caso... ¿Cómo llegar a estos tipos? ¿A estos devoradores de libros? ¡@@INTERNET@@!

Por desgracia depende del escritor, cuantos más seguidores, lectores y opiniones, más fácil será elaborar propuestas a editoriales de renombre. ¡Tú decides!

Métete en un forum de ficción o de lectura, crea tu página y publica tu libro en formato pdf por un tiempo limitado. Tienes que mentalizarte de que nadie te conoce y has de gritar al cielo, has de hacer una llamada a la acción. Esto suele funcionar, sobre todo con la Sci-fi Fantasy, Terror y el Romance. No es que deje de funcionar con otros, es que con otros temas como podrían ser Thrillers, Dramas Épicos, Testimonios, Deportes, Biográficos, temas selectos varios (...), hay que cavar más profundamente y encontrar esos foros y comunidades online para conectar con ellas.

Así mismo, si no has encontrado un forum en la red sobre ese tema o nicho, hay otros tipos de actividades que has de poner en práctica, como por ejemplo crear un evento en un centro cultural, hacer entrevistas a doctores en la materia y ofrecerles tu trabajo final para que lo disfruten y compartan; o pedir ayuda a un organizador de libroforums (que gracias a dios están muy de moda en librerías hoy en día... Sobre todo en zonas hipsters inundadas de cafeterías.)

Por último, si realmente tienes algún familiar que sea un ferviente lector, puedes incluirle en la lista. Ten en cuenta su criterio y, sobre todo, que sea honesto. Como siempre digo: El amor es muy malo para estas cosas...

Empápate, observa lo que tus lectores dicen. Esta fase se puede utilizar como referencia para editoriales o como una precampaña de lanzamiento, como una herramienta para detonar ese seguimiento de tu perfil como escritor y de tu obra. Te otorgará seguidores, además de asistirte en esos últimos retoques, en ese momento en que, por fin, un escritor pone 'la guinda del pastel'.

Seguimos con el listado de consejos de Brian, esta vez hace especial hincapié la protección de tu idea y de tu tiempo de escritura. ¿Os atrevéis a leer más?

Muchas gracias por leer la segunda parte de los 202 Consejos de Brian Koppelman. ¡Si queréis podéis leer la primera entrega! Y por supuesto las posteriores partes 3, 4, 5, 6 y 7. Please Share.

Brian Koppelman es uno de los guionistas y productores de desarrollo más admirados de Hollywood con historias como 'El Ilusionista' y autor de guiones como 'Oceans Thirteen', 'Rounders', nos ilustra con 202 consejos que todo escritor de imágenes o guionista profesional ha de seguir.


A pesar de que puede que te disguste su estilo o el tipo de proyectos de los que ha formado parte, Koppelman es un guionista serio, exitoso, de profesión, de corazón, y hace que sus ideas se conviertan en escenas y que estas escenas formen actos; y que dichos actos conformen películas enteras. Una referencia, un consuelo, un hombre al que escuchar y admirar que no se beneficia económicamente de ello, lo cual, suma puntos también.
Los consejos están sacados de su 'Six Second Writing Lessons' publicados en Vine.

¡COMENZAMOS!

Hay pocos guerreros de corazón en esta profesión nuestra, y Matthew Weiner es uno de ellos. A pesar de no haber podido conocerle personalmente, he querido traducir esta entrevista extraída de 'Getting There: A Book of Mentors' de Gillian Zoe Segal.

Ni que decir tiene que dicho libro es fuente de inspiración, que lo recomiendo fervientemente a todos aquellos que tienen todo lo que hay que tener en esta vida para sacar proyectos personales adelante. Comenzamos, pues, a adentrarnos en la mente de este peculiar contador de historias.

Damos la bienvenida a Matthew Weiner

(...) Recuerdo haber estudiado en el colegio ese poema, 'Kubla Khan', de Samuel Taylor Coleride. De acuerdo a los testimonios del escritor, tras una ruta por las profundas sendas inducidas por el opio, tuvo una visión e inmediatamente escribió esas famosas 54 líneas. A pesar de todo, cuando comenzamos a analizar el poema, comenzó a ponerse de manifiesto que no había forma alguna de soportar esa teoría de 'escritura espontánea'. Y es que resulta que el poema tiene una estructura increíble.

El caso es que, tras haber leído las cartas y anotaciones póstumas del autor, se descubrió que no sólo Coleridge trabajó en 'Kubla Khan' durante meses y meses, sino que también hasta lo había mandado a familiares y amigos para recibir críticas y opiniones.

Los artistas, frecuentemente, ocultan estos pasos que mueven sus pues camino a la Obra Maestra. Ellos quieren que sus obras y carreras queden inmersas en el misterio, mostrar que todo fue 'de una sóla vez'. Eso se llama 'esconder las pinceladas', y aquellos que hacen eso están influyendo de forma contraproducente a muchas otras personas que admiran su trabajo y que buscan, algún día, ser como ellos. Si tú, como artista, no tienes en cuenta esas revisiones y críticas, reescrituras y pasos en el itinerario total de creación, es más fácil admirar el producto acabado y estar bajo la ilusión de que todo se creó así viniendo directamente de la cabeza de un genio... Así, ¡de esa forma!


Esto dificulta el trabajo de esa gente joven que empieza, o de esos que siguen luchando, ya que pueden sentirse desanimados fácilmente, pues llegan a la conclusión de que no pueden hacerlo de esa forma en que pensaron que 'orgánicamente' se hacía. De que no tienen 'ESO'. En fin, innegablemente, una obra de arte es un producto finalizado, y debería siempre ser así, pero yo siempre me juro a mí mismo que no esconderé mis pinceladas.

Los escritores siempre fueron objeto de reverencia en mi casa y yo quería ser uno de ellos, ya desde niño, pero después fui a la universidad y no pude entrar en la clase de escritura. Entré en Weleyan, una pequeña escuela de humanidades y bellas artes. Las clases tenían entre 12 y 15 personas, y tenías que solicitar puestos y enviar ejemplos de tu trabajo para que te admitieran por clase y asignatura. Mi solicitud, en este caso, no fue lo suficientemente buena. Fui rechazado por todas y cada una de las clases de escritura. Un desastre...

Finalmente, acabé convenciendo a un profesor de Literatura Inglesa para que me diese clases particulares de poesía por separado. Cuando por fin terminé mi tesis, estaba inmensamente orgulloso y realmente quería que los de mi alrededor lo viesen, por ello, se lo di a un profesor de humanidades y éste me invitó a su casa para que se lo leyese en alto. Tras mi primer poema, él me dijo que sacase un boli y tomase apuntes.

Comenzó tal que así: 'El uso infantil de... La puerilidad de... El infantilismo de... El cliché y las rarezas de...' Fue una humillación cruel tras otra, y lo peor de todo es que tuve que escribir esos insultos personales yo mismo, en mi papel. Estuvimos así horas, literalmente, poema tras poema. Finalmente él se aproximó físicamente, se inclino sobre mi y dijo: 'Creo que ya sabes que poeta, no eres'. A lo que respondí: 'Pues no me había dado cuenta'.



Cuando te apalean siempre duele, pero un aspecto esencial del mecanismo de supervivencia que adquirí después de unos años de experiencia fue el siguiente: 'crece, desarróllate en los rechazos y quédate sólo con los halagos.' El rechazo me encabrita, ese sentimiento de '¡ya veremos, ya te enseñaré yo si puedo! es la motivación más poderosa que hay.

Una constante tensión, estoy en ese punto de mi vida en que tengo miedo de que si llego a perder 'ESO', dejaré de trabajar. Por el lado positivo, hay que reconocer que no hay nada como las felicitaciones y alabanzas llenas de significado de alguien a quien tú respetas profundamente. En mi juventud era un paupérrimo estudiante que raramente hacía sus deberes. Mi profesora de cuarto curso una vez me separó del resto y me dio eso que me llevaba ganando a pulso un tiempo. Me dijo:

Recuerdo ese momento, cómo la miré tras el sermón y dije: '¿De verdad crees que soy encantador?'

Tras la universidad, fui a USC, donde finalmente comencé con la escritura narrativa. Había concursos para seleccionar esas películas que la escuela quería producir con sus alumnos, y mi material nunca fue seleccionado por nadie. Finalmente dije: 'Voy a hacer un documental', e hice uno sobre los paparazzi. Llamó mucho la atención, destacó sobre el resto, y comencé a ser conocido por mi capacidad de editor y mi sentido del humor. En vísperas de mi graduación, concerté algunas entrevistas y meetings con el propósito de encontrar empleo. En tres meses no encontré nada, ni un sólo agente me recibió.



Así que, los tres años siguientes los pasé en casa escribiendo guiones originales independientes. Mis amigos tenían otros empleos, pero yo no. Mi mujer, Linda, trabajaba duro como arquitecta y nos mantenía. Intenté vender mi material, pero nada se vendía, ni una sola historia. Me convertí en un amargado, pensando que todos los que veía que habían triunfado no se lo merecían. Fueron tiempos oscuros. El Mundo del Entretenimiento parecía tan impenetrable que dejé de escribir.

Literalmente: Comencé a pasar mis días únicamente viendo la tele y luego mentía sobre ello. Mi madre me solía llamar para llevar a mi cuñado al aeropuerto, cosas así. Ese es el tipo de tareas de mierda que estuve haciendo en vez de ser escritor. Me sentía la persona más inútil y despreciable en la faz de la tierra.

De pronto, un día vi a esos peones de películas independientes por la calle. Eso me inspiró para que moviera el culo e hiciese mi propia película low-budget: una comedia, graciosa y sencilla en que yo hacía de mí mismo (un escritor acabado y sin valía). Utilicé pocas cosas, mi casa, mi mujer, mi coche... Básicamente todo a lo que podía tener acceso para completar esta película.

Con todo ello, hacer esa película fue una experiencia transformadora. Tuvo problemas, no llegó a festivales y nunca se vendió, pero fue algo que me propuse, era un plan en la mesa y fui capaz de terminarlo.



Un día, un amigo mio de la uni iba a rodar un piloto, pero el guión necesitaba más trabajo, especialmente 'punch-ups'. Punch-up' es, simplemente, cuando un montón de escritores cómicos sentados en una mesa tienen que transformar el guión en algo más 'punchie', hacerlo más fresco dinámico y divertido, nada más. Yo ni sabía que ese oficio existía, pero me tocó ir, aparcar mi coche en uno de esos garajes interminables de la Warner Bros, y sentarme en esta habitación con todos estos escritores profesionales que no conocía.

Bien, resulta que, al final, se me dio mejor de lo que esperaba. Todo lo que yo decía se incluía en el guión y ese hecho me hizo sentir realmente bien y seguro de mí mismo. El runner se me acercó tras la primera sesión y me ofreció 600 dólares si podía quedarme hasta el final del piloto. Yo me quedé como: '¿Qué? Sí, Dios mío, claro. Estaré ahí'. Lo habría hecho hasta gratis incluso, con tal de poder volver a conducir por el parking de la Warner de nuevo.

Esa serie se canceló rápidamente, pero los comentarios sobre el proyecto estaban en el aire, que yo era un 'gracioso'. Otro runner, me invitó a comer y me contrató 'in situ' para su nueva serie. Un trabajo te lleva a otro, sí, pero tienes que empezar en algún sitio. Este fue mi primer 'empleo pagado', y yo tenía 30 años. 

Los jornales de escritura de comedia son largos- literalmente días de 14 horas- A veces hasta siete días a la semana. Pero yo siempre quise crear mi propia serie, así que comencé a investigar para mi 'proyecto del mundo publicitario' (Mad Men) en mi tiempo libre. Era como tener una amante, trabajaba en ello de noche durante mi horario nocturno cuando no estaba con mi familia. Pagué a gente para que investigasen por mi y encontrasen el material necesario, hasta contraté a un escritor-asistente al que dictar porque estaba demasiado cansado para teclear (además, esto liberó mi imaginación). Cuando hube terminado, sentí como que 'era realmente algo muy especial'.



Se lo mandé a mi agente y lo intenté vender a todo el que pude. Literalmente lo arrastré conmigo en mi cartera a todos lados, en caso de encontrarme con alguien que fuese importante o útil para el proyecto. No era capaz de conseguir reuniones con las grandes Networks, pero hice pitchings en pequeñas productoras. De estas escuché cosas como: 'No sabes lo que haces...' '¿Te das cuenta de que esto no es comercial en absoluto?' '¿Nos estás intentando vender la moto o qué?'

Pero, honestamente, las respuestas más punzantes que escuché fueron: 'Este es uno de los proyectos más bonitos y mejor ejecutados que he leído en mi vida, pero no es el tipo de serie que hacemos aquí.' Comentarios como este último me hacían sentir que realmente estaba solo, que pertenecía a otro universo.

Un día, mi agente mandó mi guión a David Chase, el creador de Los Sopranos. Todo lo que yo quería era que él pudiese leer mi guión y hacer un 'Nuevo Padrino' para la HBO. En fin, le gustó tanto que decidió contratarme. Dijo: 'Incluso si te despido, voy a ayudarte a hacer esto.'; ciertamente. Chase se lo mandó a la HBO, pero los ejecutivos lo desestimaron, pues no estaban interesados en proyectos de época.

Obviamente, continué buscando a gente para hacer la venta. Fui a Showtime, Lionsgate, Sony, FX... Todos pasaron del proyecto. Llegó un momento en que 'Mad Men' había estado de vote en vote, de un sitio a otro, por toda la ciudad, durante más de cuatro años, y nadie quería algo rechazado por todos los demás.



Tomó 7 años desde que acabé de escribir 'Mad Men' hasta que finalmente llegó a estar en pantalla. Viví cada día de mi vida con ese guión en mente, como si fuese a ocurrir mañana. Esa es la fe que hay que tener. Hollywood es muy duro, pero yo creo firmemente que si realmente tienes talento, sacas tu trabajo ahí fuera, aguantas un rechazo tras otro y no te pones una fecha límite para ti mismo... Al final alguien se dará cuenta de tu presencia.



Lo más desmotivador que escucho (y que denota una derrota de primeras) es 'le voy a dar al proyecto un par de años.' No puedes fijar un reloj para ti mismo, o una fecha de caducidad para un proyecto. Si puedes hacerlo, eso es que no eres escritor. Deberías querer eso tanto y tan fuerte que no tienes otra elección. Has de comprometerte con esa carga a largo plazo. No hay deshonra alguna en el hecho de ser un artista hambriento. Consigue un trabajo que no te importe demasiado para el día a día o de media jornada, pero no te conviertas en 'el mejor' en ello pues, si lo haces, te quitará tiempo de tus sesiones de escritura.

El mayor remordimiento que tengo es que, a principios de mi carrera profesional, fui demasiado cruel conmigo mismo por no haber llegado a realizar nada medianamente significativo. Dediqué tanto tiempo a intentar escribir, pero estaba paralizado por ese sentimiento de retraso, por cuán lejos andaba tras muchos otros. Muchos años después, me di cuenta de que, si hubiese escrito tan sólo un par de páginas al día, había tenido 500 páginas a finales de año (sin contar fines de semana).

Cualquier contribución que hagas en tu rutina es fantástica, yo sigo escribiendo todo de una tirada, aunque ahora soy más tolerante con esos momentos de pensar o procrastinar que innegablemente necesito. Ahora sé que es parte de mi proceso creativo.

Espero que hayáis disfrutado de este inspirador momento de inmersión en la mente de Matthew Weiner. Seguid luchando y trabajando duro para conseguir alcanzar vuestros sueños.

Eres un periodista visual, un cineasta independiente, un fotógrafo, un novelista o diseñador gráfico, músico... Cualquiera que sea tu campo creativo, ¿crees que utilizas tus herramientas digitales de la forma más efectiva y eficiente posible?


Hemos encontrado esta entrevista y nos gustaría compartirla con todos vosotros. Prestad atención porque, a pesar de ser más 'aplicable' a la gente en el sector audiovisual, también trata ciertos puntos universales a la hora de establecer relaciones y seguimientos online de una forma honesta y atractiva.

Richard RB Botto es el fundador CEO de Stage 32, una especie de Facebook para personas que trabajan activamente en el mundo del cine, la televisión y, en definitiva, de la narrativa audiovisual en general (ficción y no-ficción).

Este hombre ha sido un punto de referencia clave y ha servido de inspiración para otros muchos. Comenzó con su plataforma en 2011. Stage 32 ganó adeptos pero no fue de la noche a la mañana, precisamente. La idea: un sistema intuitivo, visual y sencillo para poner en contacto a profesionales del medio de todas partes del mundo y, además, crear foros de discusión sobre trabajo y metodologías utilizadas.

Stage 32 fue una start-up en toda regla que comenzó su camino a base de emails a productores, directores y escritores recomendándoles ser parte de este magnífico FB de nuestro medio.

La gente se reía de estos tíos de Arizona en Los Angeles, no les daban ni dos telediarios, pensaban que eran unos 'románticos' sin un modelo de negocio viable y que su servicio no aportaba ningún beneficio, que era como una ONG 'chapada a la antigua' para miserables sin valía y en paro. Ahora mírales, ciertamente supieron cómo jugar sus bazas.

Richard RB Botto no es tan sólo un soñador, es un brillante marketing man, un hombre que, mientras creaba Stage 32, se dedicaba a sacar empresas de la estacada y, sobre todo, a promover y desarrollar revistas como Razor (revista de arte y cultura americana); o a producir pequeñas películas y obras de teatro. Ahí empezó todo, ahora da charlas gratuitas para ayudar a artistas a autopromocionarse en internet y no para de sacar proyectos a flote.

El vídeo está en inglés, sentimos no tener subtítulos disponibles. ¡Que lo disfrutéis!